La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) emitió un duro comunicado contra el dictámen sobre la ley Bases aprobado en el Senado. Esa inciativa sube el tope regalías mineras del 3% al 5%. Piden respetar el «espíritu inicial» de la ley y el RIGI.

En el marco de las negociaciones por la ley Bases en el Senado y frente a la propuesta de modificar la Ley 24.196 de Inversiones Mineras para subir el tope de las regalías mineras al 5%, desde la CAEM que preside Roberto Cacciola alertaron que una «suba en el porcentaje de las regalías es un contrasentido y supone un retroceso en el camino hasta aquí transitado con el propósito de generar condiciones de mayor competitividad para el país».

En el sector apuntan contra el senador santacruceño José María Carambia, quien anticipó a través de una nota que presentaría un dictámen propio si no se accedía a un pedido puntual: subir del 3% al 15% las regalías provinciales máximas en boca de mina del mineral extraído. A contra reloj y con la necesidad de conseguir un dictámen, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció que el tope del 15% era un pedido excesivo, pero tuvo que ceder ante la necesidad de la firma del patagónico, aliado del gobernador y dirigente gremial petrolero, Claudio Vidal. Así, a último momento, el Gobierno nacional rechazó el 15% y accedió a modificar la ley minera y establecer que las provincias no podrán cobrar un porcentaje superior al 5%.

En un comunicado de prensa, CAEM recordó que la Ley de Inversiones Mineras vigente busca ser un «paraguas» que brinde certezas a las empresas con voluntad de aportar para la Argentina inversiones de gran volumen, de carácter productivo y con largo plazo de recupero. «La modificación de esta herramienta clave tendrá consecuencias en la confianza en nuestro país como destino de inversiones y tendrá los efectos contrarios a los que se busca propiciar con el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI)», sostuvieron.

En las empresas mineras la gran preocupación es la suba de los impuestos, que atenta directamente contra viabilidad económica de los proyectos. Como informó Energy Report, Argentina tiene una presión impositiva total sobre la minería del 50%, de las más altas del mundoChile -lider regional- tiene 38,5%Perú 44,3%, Estados Unidos (Arizona) 35,2%, Australia 36,1%, Zambia 41% y Canadá 34,3%.

«Nuestro país ya posee una carga tributaria mayor a la de aquellas naciones con las que competimos por las inversiones. La presión impositiva argentina es alta y sumamente regresiva», remarcó CAEM, y añadió: «Nuestro país está ante una oportunidad inigualable para desarrollar un sector estratégico, pero el aumento de las regalías lejos de transformarse en la solución inmediata que algunos imaginan para afrontar los problemas del actual contexto económico, podría generar el efecto contrario. Más impuestos, menos competitividad, menos inversiones».

Las empresas mineras recalcaron que una modificación de regalías «impactaría negativamente» en los proyectos productivos de oro y plata, que hoy representan el 70% de las exportaciones del país. «En este segmento, dada la falta de nuevas inversiones, contamos mayormente con yacimientos maduros, cuyos costos de producción se van incrementando. Subir la presión impositiva sobre los mismos impactará acortando su vida útil, y en consecuencia, habrá menor recaudación, alcanzando un resultado opuesto al buscado. Se trata, además, de un sector donde no se generará un recambio, ya que no hay en cartera proyectos nuevos que estén iniciando su producción en los próximos años», indicaron.

Pero también una suba de regalías afectará a los proyectos de litio, tanto los que están en construcción como los que están en producción. «La ventana de oportunidad con la que cuenta la industria no acepta alteraciones en la seguridad jurídica. Siendo un sector en pleno desarrollo y el país con la mayor cantidad de proyectos a nivel global, el impacto en el cambio de las reglas de juego significaría un desaliento para nuevas inversiones», expresaron con preocupación.

Además, desde CAEM enfatizaron que también perjudicará a los nuevos proyectos y ampliaciones que se esperaba propiciar con el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), como los de cobre. «Este es un tema sensible, prueba de ello es la escasa cantidad de grandes proyectos que se han puesto en marcha en las últimas décadas. Haciendo un ejercicio teórico, si tomamos solo los principales proyectos mineros en condiciones de avanzar en los últimos diez años, y que –mayormente- por cuestiones de contexto país han sufrido dilaciones en su puesta en marcha, veremos que Argentina, al día de hoy, ha perdido exportaciones anuales por u$s8.000 millones (actualmente el sector exporta u$s4.000 millones, cuando se podrían estar exportando u$s12.000 millones)«, describieron.

La Cámara subrayó que esa pérdida no solo se mide en dinero: se traduce también en casi 100.000 puestos de trabajo que ya deberían estar activos y miles de pymes. «Debe entenderse claramente: perjudicar la confianza y la competitividad del país tiene un costo que pagamos a diario todos los argentinos», manifestaron.

El respaldo minero al RIGI se mantiene

En el mismo documento, CAEM ratificó su respaldo al RIGI. «La inversión en minería en la Argentina no ha crecido por dos motivos fundamentales: falta de confianza y de competitividad. Frente a esto, el RIGI se muestra como una opción clave para motorizar la industria minera, especialmente los grandes proyectos de cobre. Entendemos que el RIGI apunta en el sentido correcto, y por ello nos preocupa que una medida tan largamente esperada quede diluida al ser acompañada de un proyecto que avanza en sentido contrario», afirmaron.

En esa línea, aclararon que aún con los beneficios del RIGI, apenas se lograría equiparar las condiciones que ofrecen países vecinos, en condiciones de mayor estabilidad. «Confiamos en que el Poder Legislativo podrá analizar el escenario completo y las decisiones se tomen con miras al futuro», aseveraron, en un mensaje directo a los senadores.

Mineras piden un aprovechamiento inteligente de los recursos para reducir la pobreza

Por último, desde CAEM sostuvieron que la minería solo genera riqueza para el país cuando hay empresas trabajando. «En promedio, una empresa minera deja en el país 80% de lo que genera (entre impuestos, pago de salarios, compras a proveedores nacionales, etc.) Por el contrario, cuando los proyectos no avanzan, entre los principales perjudicados están las provincias que se ven privadas de una fuente de ingresos y de mejora económica, con claro impacto en el desarrollo social«, .

«Hoy tenemos una valiosa posibilidad de convertirnos en un país que genere riqueza y desarrollo a partir de un aprovechamiento inteligente de sus recursos. Pero, si en lugar de una estrategia racional, se prioriza una salida fácil que castiga a un sector productivo con gran potencial de crecer, seguiremos siendo un país rico que condena a su población a la falta de oportunidades, y que genera, en cambio, cada vez más pobreza», lamentaron.

«Desde CAEM enfatizamos el importante rol que puede jugar la industria minera en la transformación de las economías regionales y por ello confiamos en que se tomen decisiones trascendentes, con visión estratégica, de largo plazo, y en beneficio de todos los argentinos», concluyeron.

FUENTE: Ambito.com