Frecuencia Agropecuaria participó de una nueva jornada del ciclo de charlas en tecnología agropecuaria que se viene desarrollando en General Belgrano junto a distintas empresas del sector. En esta ocasión, la capacitación tuvo lugar en Trivillín, concesionaria de tractores y maquinaria agrícola, donde dialogamos con su gerente, Héctor López, sobre la importancia de estas instancias formativas, el presente del agro y las perspectivas para el 2026.
Capacitación para fortalecer el arraigo y las oportunidades
López destacó el valor de acercar la tecnología a los jóvenes de la región, remarcando que estas iniciativas ayudan a generar empleo local y evitar el desarraigo.
“Vamos avanzando día a día y realmente vemos que la juventud necesita que la apoyemos. Los chicos necesitan aprender para quedarse en el campo y no emigrar”, señaló.
Afirmó que en General Belgrano existen varias empresas que emplean mano de obra local y que gran parte de los mecánicos de la región fueron formados en talleres como los de Trivillín:
“Los capacitamos, los enviamos a hacer cursos de tractores, motores y maquinaria. Muchos hoy trabajan con nosotros, otros tienen sus propios talleres. Estas empresas generan oficios y estabilidad”.

Tecnología accesible y una región ganadera que demanda eficiencia
La jornada estuvo enfocada en las rotoenfardadoras y las tecnologías que acompañan la reserva de pasto, una necesidad clave en la cuenca del Salado.
“Somos una región 80% ganadera. La reserva de pasto es fundamental y la rolladora sigue siendo la forma más económica de conservarlo”, destacó López. Agregó que, con los avances tecnológicos, “el tractor indica lo que debemos hacer, la máquina también; son tecnologías amigables”.
Trivillín representa a la marca Mainero, referente mundial, y el gerente se mostró orgulloso de acercar estos equipos a los jóvenes:
“En el campo también se puede trabajar, ya sea como mecánicos, repuesteros o vendedores. Estas empresas permiten que la gente se quede en su lugar”.

Balance del 2025: un año irregular, pero con bases sólidas
Consultado por el cierre del año, López repasó la dinámica reciente del sector y el impacto de la coyuntura.
Recordó que desde la pandemia se dio “una explosión de ventas”, impulsada por el aumento de los commodities y la necesidad de abastecer la demanda alimentaria. Sin embargo, 2025 tuvo altibajos:
“El año venía bárbaro, pero desde mayo empezamos a notar que algo pasaba. Lo que ocurría en zonas más altas después nos golpeó a nosotros. Fue un año atípico: elecciones, incertidumbre y, sobre todo, 1.500 milímetros de lluvia después de cuatro años de sequía”.
Esa combinación generó complicaciones en la cosecha y en la siembra, con áreas aún afectadas en la cuenca del Salado. No obstante, López afirmó que el sector ya muestra signos de estabilización:
“La economía empezó a normalizarse y sabemos que el gobierno tiene dos años por delante. Eso da reglas claras. El campo siempre apuesta”.
Un sector que mira el 2026 con optimismo
Coincidiendo con la visión de otros referentes entrevistados por Frecuencia Agropecuaria, López subrayó que la perspectiva para el 2026 es favorable.
“El ganadero, aun con los campos inundados, ve precios históricos. Hay casos donde con dos novillos y medio se compra una hectárea. Estamos en récord”, comentó.
Y agregó: “Esto va a pasar, sale el sol y nos ponemos contentos. El año que viene pinta para ser muy bueno”.
Agradecimiento y compromiso con la comunidad
Antes de cerrar, López agradeció la presencia de Frecuencia Agropecuaria y de los jóvenes que participaron de la jornada:
“Es una forma de devolver a la comunidad lo que hace tantos años hace por nosotros. Fue una linda capacitación”.

