Desde que Milei por decreto derogó la ley que facultaba al INYM a poner precios mínimos de la hoja verde, el precio de la materia prima cayó y los productores de yerba se encuentran en peligro. El gobierno de Misiones propone crear un ente regulador provincial.

Los productores de Yerba Mate en Misiones se encuentran en crisis debido a las políticas de desregulación que llevó a la pérdida de facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate para regular el precio de la hoja verde.

La medida se promulgó con el DNU 70/2023, una de las primeras medidas que impulsó al asumir el presidente Javier Milei. Con la premisa de que todo mercado desregulado es mejor, este DNU derogó la Ley 25.564, que establecía el funcionamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
Lejos de mejorar, la desregulación tuvo un impacto negativo en los productores de la hoja verde, la materia prima que se vende a molinos como La Cachuera en Apóstoles o Las Marías en Corrientes para la elaboración y empaquetado de la yerba mate.
Según palabras de los productores, la cosecha de invierno se vendía a $370 pesos el kilo de hoja verde en diciembre del 2023. Pero debido a la desregulación el precio cayó, y hoy el sector industrial pretende comprarlo a 170 pesos el kilo. Más aún, de esos 170 el productor recibe solo 100 pesos en mano, y el resto queda como promesa para el año que viene.
Esto está impactando fuertemente en las más de 13 mil familias que en misiones viven de plantar yerba. En cambio, la baja de la materia prima no frenó el aumento en las góndolas, ya que el precio de la yerba mate aumentó un 35% desde abril.
Esto significa que la desregulación esta beneficiando al sector industrial o la cadena comercial, que mantiene el precio final absorbiendo las baja del costo del trabajo del productor.
Reclamos del sector yerbatero
Ante la emergencia del sector yerbatero, distintos actores involucrados en la producción, cosecha y secado de la yerba se reunieron el lunes para discutir sobre los problemas que están teniendo fruto de las políticas de ajuste económico del gobierno de Milei y sus desregulación del mercado.
En un documento firmado por movimientos y federaciones productoras, tareferas y campesinas de distintas partes del norte del país, advirtió que al derogar al INYM las funciones que otorgaban transparencia al mercado, las políticas de Milei expusieron al sector yerbatero a “conductas anticompetitivas“.
“Esto no solo daña a los 12.000 productores, sino también a los 15.000 cosecheros, a las 49 cooperativas, a secaderos, a emprendedores e industrias del sector y al movimiento comercial en cada uno de los pueblos misioneros”, explicó el documento
Además, observaron que en paralelo estas políticas también afectaron al consumo, advirtiendo que “las ventas de yerba mate se desplomaron este año al peor nivel desde 2018: cayeron casi 30% en marzo pasado“.
Esta baja en el consumo se encuentra constatada con datos del INYM, donde se registra que en marzo del año pasado el despacho de yerba mate superó los 23 millones de kilos mientras que en marzo de este año solo llegó a los 18 millones.
En este escenario, las organizaciones de productores reclaman medidas que resuelvan esta emergencia, advirtiendo que “este escenario de empobrecimiento del agricultor, de cierre de cooperativas, secaderos y pequeñas industrias, es el que propicia el éxodo rural, el crecimiento de barrios marginales en las ciudades y la concentración de tierras productivas misioneras, lo que lleva a un mayor uso de agroquímicos, menos calidad en el producto y suspensión de la mano de obra para nuestros trabajadores“.

Un INYM misionero
Ante el impacto de la desregulación para los productores misioneros, la Provincia de Misiones apuesta a revivir el INYM y transformarlo en la CRYM (Comisión Reguladora de la Yerba Mate) para regular el mercado dentro del ámbito local.
“Necesitamos un ordenamiento de la economía yerbatera, entendemos que es un mercado imperfecto, hay 13 mil productores y solo ocho molinos, si no está el Estado para establecer un precio mínimo, no hay un precio justo para los productores”, dijo el ministro del agro y la producción Facundo Sartori en un encuentro con productores misioneros que se realizó en Salto Encantado.
La CRYM incluso se encuentra convocando a productores que quieran integrar su comisión directiva para acordar junto a otros actores del mercado los precios mínimos de hoja verde y yerba canchada dentro de la provincia. Sin embargo, la gestión se topó con gestos de indiferencia por parte de los productores, juntando apenas 4 voluntarios para 6 sillas.
En diálogo con NEA HOY, el productor obereño Hugo Sand opinó que esto se debía a la campaña de desprestigio que sufrió el instituto por parte de sectores que buscaban justificar su cierre y la desregulación del mercado.
Hoy recibimos a productores yerbateros y representantes de cooperativas, quienes expresaron su apoyo y compromiso con los reclamos que venimos realizando desde la Provincia a Nación para recuperar las facultades del INYM y velar por un precio justo de nuestra materia prima.…
“Hubieron manejes y cosas que estaban mal y que había que cambiar, pero no por eso había que destruir el instituto”, explicó Sand, “ahora los productores se niegan a presentar la documentación para formar parte del directorio, eso es fruto de toda la propaganda de desprestigio“.
El productor obereño, dueño de la marca “Yerbal Viejo”, se escéptico sobre los resultados que pueda obtener un ente regulador provincial en un mercado con influencia de actores de otras provincias.
Por un lado, de las 210 mil hectáreas de yerba plantadas en argentina, más del 85% se encuentra en Misiones de acuerdo al Centro de Estudios Agrarios (CEA). Por esta razón, la provincia es la más afectada por la baja en la materia prima.

Sin embargo, el sector industrial se encuentra concentrado en un 50% por actores fuera de la provincia, como son el caso de Las Marías (con 19% del mercado), seguidos por cooperativa Liebig con el 14,4%, CBSe sumando otro 7,9%. Recién en el cuarto lugar se encuentra la apostoleña La Cachuera S.A. con el 6%, mientras que otras misioneras no llegan al 3% del mercado.
Regular el precio solamente dentro de los límites de la provincia generaría una competencia entre los productores para llegar a vender la hoja verde a precio regulado a las cooperativas misioneras, como las de Montecarlo, Andresito o Santo Pipó.
Una vez que estas cubran su stock, los productores que queden afuera deberán venderla a menor precio a las demás empresas a riesgo de perder su cosecha.
Por otro lado, esto exigiría a las cooperativas misioneras a comprar la materia prima a un precio más caro que las demás, dejándolas en condiciones desfavorables para la competencia con otras empresas que hoy mismo ya están absorbiendo una mayor porción del mercado.